Reseña de «Deshielo y ascensión» | #mundoliterario (Novela)

Nuestro colaborador Enrique Hernández Gómez-Arboleya nos trae la reseña de «Deshielo y ascensión», de Álvaro

Nuestro colaborador Enrique Hernández Gómez-Arboleya nos trae la reseña de «Deshielo y ascensión», de Álvaro Cortina Urdampilleta, la nueva apuesta de la rompedora editorial Jekyll&Jill. Como siempre, en #Mundoliterario.

Pues allí, en la Costa Norte, el verano y la humanidad

No dejan de ser un precario y húmedo accidente,

Como la vida,

Y el invierno glorioso es pleno, inmóvil y eterno,

Como la muerte.

imageEste libro tiene dos partes que son, en realidad, casi dos libros: DESHIELO y ASCENSIÓN, unidos ambos por un personaje: Solange, mujer y exmujer del director de la base Furth/Isoco Lithium-3000. De las dos partes, creo que la más interesante es la primera, DESHIELO, que tiene un cierto aroma a H. P. Lovecraft.

DESHIELO

La primera parte de DESHIELO, HOMMSTADT, nos relata como dos millonarios, Erikson-Varga y Groz Lowsla, expertos en cazar en lugares extremos, ganan un concurso para matar renos en algún lugar de la Costa Norte, sin más precisión geográfica. Por esta Costa cruzan millones de renos año tras años, cada vez en mayor número, según se acerca el mes de junio.

La organización dispone de una serie de bunkers, estratégicamente distribuidos a lo largo de la costa de la bahía de Hommstadt, con forma de prisma rectangular de 6×6 m de superficie con una de las paredes, la orientada a la playa, de vidrio con orificios para disparar cuando pasen las manadas migratorias de renos.

“No vimos un solo ser vivo en los primeros siete días; la playa de Hommstadt semejaba un rincón previo a la aparición de la biología”, relata Erikson-Vargas. Ambos esperaban el paso de medio millón de renos: la organización les había proporcionado, además de la estancia con sus instalaciones y suficiente comida congelada, dos estuches con tres rifles Mannlicher 7 mm cada uno.

El Sol blanco del Norte aparecía a horas muy tempranas. “No había más que aquella inmaculada potencia sobre el horizonte de un Océano en parte común, y en parte muerto, y en parte vagamente irreal. Era imposible permanecer ausente, aislado de semejante ataque sensorial”.

Cuando después de una fuerte tormenta, que aisló visualmente el bunker, se despejó el horizonte, apareció en la playa “Una figura cuadrúpeda, de 30 m de largo desde el morro a la cola y diez de alto en la cruz”. Ambos cazadores se dedican a disparar a mansalva hasta que el extraño animal cae abatido, hundida la cabeza en la nieve. Lowsla sale del bunker armado con una sierra mecánica, que formaba parte del menaje de la cabina, para cortar la cabeza del desconocido animal. Le corta la cabeza y vuelve para recoger cuerdas y poder trasladarla hasta el búnker. Cuando vuelve arrastrando la cabeza con su moto de nieve, suena un disparo que abate al conductor y la moto sigue su marcha.

Cuando los cazadores fueron recibidos en el Hotel Continental, de la única próxima ciudad llamada Sitka, los organizadores le habían comunicado que “en caso de avistar algún cucaracha desde los puestos de caza, debían llamar inmediatamente por radio a Sitka”. Después de la muerte de Lowsla, Erikson observó en la lejanía a varios cucarachas, sombras negras, moviéndose de acuerdo con alguna táctica de emboscada o asalto.
Según lo previsto, llamó a Sitka para comunicarle la aparición de cucarachas –al parecer se trataba de humanos vestidos con abrigos negros de mendigos– y desde la central le indican que se refugie en la “celda oculta”. Este recinto es una pequeña cámara de acero, que se abría desde un mecanismo oculto tras la cocina de la sala del bunker, sin ventanas, con dos camas pequeñas y un transmisor de urgencias.

Entre refugiarse en la “cripta», y esperar el ataque de los cucarachas, o huir, Erikson eligió esta segunda opción: debidamente vestido para el extremo frío polar, con un rifle y dos cajas de balas, se subió a la moto de nieve y partió del bunker antes de que llegaran los cucarachas.

Montado en su moto, anduvo a ciegas durante la noche, pues había olvidado coger la brújula que existía en el búnker. En su alocado camino, encontró una ermita media destruida por un alud de nieve, aunque mantenía sus paredes y techo, siendo una de estas paredes el hielo del alud. “En digamos una mitad aún en pie de la capilla había una mesa a un lado de la puerta, unos bancos más distantes y un hombre helado en el suelo, azul todo él, azul como aquellas tierras mojadas por el espacio exterior sin sol. En las esquinas más secas crecían los líquenes naranjas que se me antojaron un mullido rincón silvestre… He de decir que me dormí profundamente”.

La locura, que ya llevaba en sí o que le surge de una situación semejante, le lleva a imaginar que notaba las larvas juguetear bajo la piel de mi cuero cabelludo, quizás yendo hacia dentro, hacia mi cerebro, en angostos pasajes llenos de humedad”.

“Con un trozo de cuero cabelludo en mis manos, en el que creía tener una quiste infeccioso (no salieron moscas, no quisieron salir: jugaban conmigo al escondite) y el Mannlicher a mis pies (junto a mi oreja izquierda amputada), pude ver a lo lejos una liebre ártica”.

​La segunda parte de DESHIELO, LA BASE DE FURTH/ISOCO LITHIUM-3000, describe la actividad y la vida de la base, situada cerca de la bahía de Hommstadt, dedicada a la  en aleaciones, en óptica y en baterías, muy abundante en esa zona. En la base conocían el efecto de los líquenes naranjas y rojos sobre los seres humanos porque durante el pasado deshielo, un trabajador de la base inhaló las partículas venenosas que liberan. El compañero se suicidó tras una enajenación mental profunda. En la base conocían el veneno tan perverso segregado por los líquenes naranjas, el más perverso segregado por la naturaleza. Uno de los sueños o pesadillas recurrentes es la de las moscas: la forma que adoptó para matarle su enfermedad mental fruto de la toxina de los líquenes.

Aunque los cucarachas merodeaban la base –rodeada de una alambrada electrificada- solo en una ocasión, a primera hora de la mañana de un día de febrero, después de una noche en que no había quien hiciera callar a los perros, encontraron a cuatro de ellos achicharrados y aún agarrados de la verja con sus manos. Según el médico de la base, los genetistas aseguran una gran proximidad evolutiva entre los cucarachas (cuyo nombre científico no recoge) y los humanos actuales, dentro del grupo de los homínidos; aparte del parecido físico que pueda existir entre dos seres bípedos, implumes, dentados y mamíferos, no hay rastro de un verdadero parentesco espiritual.

Una patrulla avanzada de la base, en trabajos de estudios geológicos en la búsqueda de litio, encuentran a Erikson-Vargas, en estado de extrema enajenación y debilidad. Erikson se había cortado todos los dedos de los pies; el meñique, el índice y el anular de la mano derecha y el meñique de la izquierda; también se había amputado la oreja derecha.

ASCENSIÓN

En la primera parte de ASCENSIÓN, SITKA, está dedicada a la vida en Sitka, la única ciudad existente en la zona, de Solange Heddar, la mujer del director de la base de Furth/Isoco Lithium-3000, Stefano Lenz, del cual se ha separado: “me he aburrido hasta cuando pensaba que estaba cerca de morir, ¡pero de verdad! Me aburrí todos y cada uno de los días en los que viví con Stefano Lenz”

En Sitka conoce y se va a vivir con un pintor, Anselm Des Près, hermano gemelo del capitán del buque Valence II que servía de apoyo a la base. El capitán Mallent Des Près había muerto en la tundra en un ataque de los cucarachas. Anselm Des Prés era un pintor famoso por…su estilo pastoso y las carcomas y emulsiones parduzcas de sus personajes demacrados: sus Cristos, sus Vírgenes y sus Santos.

Solange, cuando conoce a Anselm en su jardín helado, piensa que su fin no podía estar muy lejos. En ese sentido era un perfecto representante de la ciudad de Sitka…que sugiere muerte en todas sus callejas de hielo embarrado y las potrosas puertas de las viviendas y su desvencijado Ayuntamiento. El pintor muere también de forma violenta.

​La segunda parte de ASCENSIÓN, ABADÍA DE ISENHEIM, da un giro radical al salir la acción de la Tierra para describir el asalto a una abadía para recuperar un cuadro de Anselm Des Près: la Abadía Interestelar de Isenheim, un monasterio benedictino orbital a 64.315 de distancia de la estación de Corralito, próxima a Sitka. En órbita cerca de la abadía, la miniestación ECO III sirve de cementerio de la abadía, donde los residentes de ésta, devorados por la radiación estelar, duermen hasta evaporarse.

imageA pesar de la frágil conexión entre las partes del libro, se lee con interés y a todos los que les gusta el ambiente de H. P. Lovecraf, les gustará el libro. En la solapa de la portada hay una invitación del autor para escuchar unas Audiciones recomendadas durante la lectura. Yo lo he hecho y se lo recomiendo a los aficionados a la música: vale la pena.

 Autor de la reseña: Enrique Hernández Gómez-Arboleya

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BIOGRAFÍA DEL AUTOR: ÁLVARO CORTINA URDAMPILLETA 

Es doctorando de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid y escribe en la sección de Cultura de El Mundo; en Jot Down, Cultural Magazine; Claves de la Razón Práctica; El Cultural; La Aventura de la Historia de Leer, así como en numerosas publicaciones académicas. DESHIELO Y ASCENSIÓN es su primera novela.


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