Reseña de «La otra mitad de mi vida», de M. G. Hernández | #MundoLiterario

La editorial Tregolam publica «La otra mitad de mi vida», de M. G. Hernández. La historia

  • La editorial Tregolam publica «La otra mitad de mi vida», de M. G. Hernández.
  • La historia del alma rota y reconstruida de un luchador incansable, Mateo, y del alma enérgica de Clara.

En la introducción de La otra mitad de mi vida (editorial Tregolam), Clara Sophia Esquivel García nos cuenta los antecedentes de su vida, unos breves detalles de la vida de sus padres y como el destino los llevó a la isla Antillanías, donde, aparcando el dolor que causó la razón de llegar allí, establecieron sus vidas con ayuda de otros exiliados. Clara nació y creció en un ambiente de respeto, amor y educación. Estos son, muy resumidos, los antecedentes que Clara quiere que sepamos antes de adentrarnos en la novela.

Quizá esta no sea la historia de Clara exactamente, sino la de Mateo, un chiquillo que es maltratado por su padre, con el silencio de su madre, y que pronto es entregado por esta a una tía de Mateo, con la que él no tiene muy buena sintonía. Aunque la vida de Mateo mejora con el cambio, él, a pesar de todo, echa de menos a su familia, a su madre y a sus hermanos. Entre la historia de Clara, Mateo va apareciendo en la narración, habiéndose acomodado cálidamente en el corazón de Clara desde el primer instante.

Clara nos va presentando momentos de su vida, sus estudios universitarios, amigos, compañeros y conocidos que comparten con ella momentos más o menos intensos, más o menos importantes en alguna medida, pero siempre terminamos volviendo a Mateo. Ella misma dice: «No podía echar los días hacia atrás, volver al ayer y no permitir que Mateo se metiera en mi corazón. Definitivamente lo quería conmigo». Para Mateo, Clara significa el cariño y el calor de la seguridad; unos sentimientos que luchan con el deseo de continuar viviendo con su familia, aunque eso signifique seguir sufriendo el trato de su padre. Casi, podemos imaginar a Mateo como a un soldado que debe ir una y otra vez a la batalla sangrienta, y a Clara como la enfermera de su cuerpo y alma.

La venezolana M.G. Hernández va presentando los personajes y la trama por medio de múltiples diálogos que agilizan la narración. Una historia que casi en las primeras páginas nos tiene preparada una noticia inesperada sobre el verdadero origen de Mateo. En esta novela de aprendizaje, no solo son Mateo y Clara quienes se cultivan a cada párrafo y a cada golpe de diálogo; somos los propios lectores los que aprendemos a entender que detrás de cada actuación, hay motivos desconocidos, no por ello defendibles, pero al menos sí que ayudan a entender (en la medida de lo posible) ciertas actitudes de los seres humanos.

Esta es, quizá, la historia de sueños inconclusos, los de José Tomás y Elvira, los padres de Clara; sueños que Clara consigue hacer realidad a través de Mateo, ahora sí hay que decirlo, el verdadero protagonista de esta historia. O, quizá, es la historia de Clara y el sorprendente giro que dio su vida al conocer por accidente a Mateo. O, tal vez, esta es la historia de Mateo, un ser especial que llegó por casualidad a la vida de Clara, en un lugar al que ella había llegado de casualidad. Es, entonces, ¿una historia de casualidades? Todas las vidas lo son, al menos en parte. Esta es, en definitiva y sin interrogantes, una historia de superación y bondad, de lucha y comprensión, de lágrimas alegres y tristes y de sonrisas tristes y alegres.

La otra mitad de mi vida tiene muchos recovecos en su narración, pero por encima de todo es la historia del alma rota y reconstruida de un luchador incansable, Mateo, y del alma enérgica de Clara.

Autora de la reseña: Irene Muñoz Serrulla

Biografía de la autora:

Soy venezolana, nací en la Ciudad del Sol Amada, Maracaibo. Hoy, como a muchos, me han llevado los caminos por otros derroteros allende las fronteras de mi patria y me encuentro viviendo en el bello istmo de Panamá, donde escribo.

Mucho tiempo hace que debí publicar, pero asumí algunas obligaciones antes de tomar en serio el lápiz entre mis dedos… los cuales nunca estuvieron tranquilos cuando tenía cerca un papel a la hora de hacer los deberes: dibujaba, escribía poesías, historietas de amor, o cualquier pensamiento de mi imaginación. Ya entonces tenía en mis amigas cómplices del internado, lectoras que apremiaban por mis escritos.

Espero que este estreno sea un libro entretenido en todas y cada una de sus páginas, y sea enaltecido por la atracción que emane de sus corazones de manera especial hacia Carla y Mateo.

 

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